“En avenida Intermédanos, pegado al Polideportivo Municipal” será la dirección indicada al preguntar por Camarones Rugby Club. En 1941, el arquitecto Jorge Bunge impulsó la forestación de coníferas para frenar el movimiento de las dunas. El pino fue la especie que, junto al mar, le dio nombre a la ciudad que en 1978 se constituyó en Partido de Pinamar. Cuatro años antes de su autonomía del Partido de General Madariaga se creó el Pinamar RC, antecesor y primo cercano de Camarones.
En 1974, Pinamar RC disputó su primer partido frente a Sporting de Mar del Plata en una cancha de fútbol que prestó el municipio. El resultado quedó trunco, ya que el match lo interrumpieron un grupo de personas y policías que afirmaban que la cancha “se destruiría”. En el ’77 sumaron el hockey y comenzaron a utilizar el aeroclub para los entrenamientos. Pero un nuevo problema se presentó cuando las avionetas de los aficionados querían aterrizar porque además de parar la práctica, había que correr los arcos de fútbol que hacían de hache. Finalmente, Pinamar RC tuvo su predio junto a la CALP (Cooperativa de Agua y Luz), en avenida Shaw y Martín Pescador.
Cuando en 1983 la Argentina retornó a la democracia, dirigentes y jugadores se comprometieron con el destino político del municipio y la provincia. En 1984 desapareció Pinamar RC, pero, a su vez, nació un nuevo proyecto. Fueron varios los que acompañaron a Rubén Caparelli en el resurgir del deporte. Se buscó un nombre para la nueva institución que se relacionara con la ciudad y el mar. Camarones fue el elegido y se decidió que su camiseta fuera de color “camarón”.
En 1990 se alejaron una camada de colaboradores y Camarones comenzó a sufrir una caída libre que hizo temer la misma suerte de Pinamar RC. Dos años más tarde, el francés Jacques Sachetti, Horacio Allona y Daniel Guerrero, entre otros amigos, fueron los que mantuvieron el espíritu del “Camarón”. Ya no estaban ni los juveniles ni los adultos, sólo quedaba el semillero de infantiles, hasta que apareció la figura de Javier Tumas (actual presidente), que junto al foráneo Juan Manuel Safatle buscaron darle un nuevo espaldarazo al club.
“Pachi” Safatle y su familia llegaron para instalarse un miércoles a Pinamar y un día después, el “profe” de educación física se presentó en Camarones para seguir ligado al rugby. Venía de jugar de centro en la Asociación Lanús RC, ser árbitro oficial y colaborador en la “Fundación Pupi” del futbolista Javier Zanetti. Sin embargo, sus pergaminos los tuvo que revalidar en Camarones, donde fue jugador y entrenador hasta llegar a la presidencia del club. Durante su mandato se puso al día toda la papelería que abrió puertas para conseguir subsidios y crecer, no sólo en cantidad de jugadores sino también en lo institucional y estructural.
En 2011 y con Eduardo Nozzi como entrenador, fue cuando se volvió a la competencia a nivel de una Primera División. “El Loco” traía conceptos de la vieja escuela del rugby y poseía mucha convicción y convencimiento para formar grupos y crear una mística inicial del Camarones. Se enfrentó en amistosos a equipos de la zona, como Búhos de Las Toninas, Pampas de Dolores y Talas de Madariaga.
Fuente: http://www.rugbychampagneweb.com